Pocos países hay en el mundo que tengan el encanto que tiene Brasil, un pequeño continente en sí mismo por la variedad de paisajes y climas que tiene un país que puede presumir de tener una superficie de más de ocho millones y medio de kilómetros cuadrados.
El producto turístico brasileño se caracteriza por ofrecer tanto al turista nacional como al extranjero una gama diversificada de opciones, destacándose atractivos naturales, aventura e histórico-cultural. En los últimos años, el gobierno ha concentrado sus esfuerzos en desarrollar infraestructura turística y formar mano de obra específica para el sector, además de aumentar considerablemente la divulgación del país en el exterior.
Por otra parte, Brasil es una de las cunas del ganado vacuno en el mundo. Así, cuenta con un importante sector cárnico, que le lleva a ser uno de los grandes exportadores a nivel mundial. Cuenta con razas autóctonas que prácticamente no están presentes en otras partes del mundo, por lo que también es un atractivo más del país, sobre todo para los amantes de este sector.
Sin ser la capital del país, sin duda la ciudad más reconocible de todo Brasil es Río de Janeiro, que posee diversas atracciones turísticas. La capital fluminense es internacionalmente conocida por la belleza de sus playas y de sus montañas. El Cristo del Corcovado es, sin duda, su figura más icónica y que observa toda la ciudad. Pero también hay otros lugares de un alto valor simbólico, como las playas de Copacabana e Ipanema. Punto aparte es su afamado Carnaval, mientras que otro lugar de peregrinaje para los amantes del balompié es el conocido Estadio de Maracaná.
(Fuente de las fotos: Wikipedia)