Living las Vacas continúa por su particular travesía por el territorio nacional, con recomendaciones para este periodo estival de zonas y provincias que no están en el top de los destinos turísticos de agosto, pero que tienen un inconfundible sabor rural y un protagonismo indudable del vacuno. Cuarta entrega, coincidiendo con los viernes del mes de julio.
Si hay una provincia en España que representa la ganadería extensiva de vacuno, tanto por la realidad de los datos como en el imaginario colectivo, esa es Salamanca. La provincia charra cuenta con grandes explotaciones que merece la pena visitar, en las que las vacas nodrizas producen excelentes terneros que son posteriormente cebados. Además, la celebración a principios de septiembre de la Feria de Salamanca se convierte en una gran excusa para acercarse a visitar el campo charro.
Además de vacuno, Salamanca es famosa por muchas otras cosas. Es cuna de dos prestigiosas universidades con pasado secular, también tiene dobladas las catedrales una junto a la otra, tiene una gastronomía peculiar y con sello propio que cuenta con el ibérico como uno de sus grandes avales, su capital es todo un ejemplo de centro urbano que piensa en el peatón, la tradición de las tapas gratuitas con cada consumición, ese ambiente estudiantil único… Lo que Salamanca no da, la naturaleza no presta.
Qué hacer. Localice una de las puertas de la Catedral Nueva en la estudiantil plaza de Anaya. Localice en sus relieves un astronauta y un diablo comiendo un helado de tres bolas. Frótese los ojos. Medite que hacen esas figuras en un edificio del siglo XVI. Vuelva a frotárselos. No, no es fruto de su imaginación, sino obra de una restauración. Buscar la rana en la fachada de la Universidad es el otro gran clásico.
Qué comer. Una de las grandes referencias a la hora de disfrutar de la gastronomía de Salamanca es la carne de la raza autóctona Morucha, con suficiente sello propio para haberse labrado un especial prestigio. A través de las figuras de calidad, los productores charros luchan por dar mayor visibilidad a su producción. Las zonas de Ciudad Rodrigo y La Fuente de San Esteban son cita obligada.
Excursiones. Recorrer la Sierra de Salamanca es todo un lujo para el visitante. El trayecto puede empezar en Béjar, de tradición textil, con su vecina y coqueta Candelario como punto fuerte del inicio. Pasando por Miranda del Castañar, una de las citas obligadas es La Alberca, junto al espectacular valle de Las Batuecas, mientras que Mogarraz sabe aunar arquitectura tradicional y calidad paisajística.