Hay recuerdos, imágenes… que pese al paso del tiempo se vuelven imborrables, en la mayoría de los casos por los sentimientos que evocan. Recuerdos de aquellos fines de semana en los que el experto pescador de la familia se enfundaba en su ‘traje’ de pesca para llevar al resto a un paraje idílico y hacer disfrutar de un día en el que lo que se pescara se convertía en lo de menos. Lo de más era la jornada de campo de la que se disfrutaba en compañía de familia y amigos, con los pequeños detalles, tardes de juegos interminables, de siestas a la sombra de los árboles, de comidas con vistas privilegiada…
Revivir esos momentos, volver a disfrutar de esas jornadas de pesca, pero hacerlo años después y con la familia ampliada es más que un privilegio. Poder hacerlo con la misma cesta y caña que tantas jornadas ha protagonizado es sentirse muy afortunado. Esta vez fueron ellas las que apreciaron y disfrutaron de los pequeños grandes detalles que brinda una jornada de campo en contacto con la naturaleza. Y después de juegos, risas, de la satisfacción de tirar la caña, de correr como si no hubiera mañana, de jugar entre los árboles… cuando ya parecía que se había visto todo, el día guardaba una grata sorpresa. Disfrutar de ellas, de un amplio rebaño de vacas pastando libremente a orillas del río. Lo que puede resultar una obviedad y lo que, para muchos de los que leéis este post os resulta una imagen común, no lo es tanto para unas niñas con edades comprendidas entre 2 y 7 años, en las que esa estampa se convirtió en un privilegio visual y en un recuerdo difícil de olvidar.
Cuando parecía que las truchas iban a ser las únicas protagonistas aparecieron ellas, vacas de carne junto a sus crías que se acercaban cautelosas ante la mirada atónita de los observadores urbanitas. Llama la atención su quietud y la tranquilidad que transmiten con la mirada perdida en el horizonte.
En este blog, vivimos las vacas. Lo hacemos a diario con la información que publicamos, con la que generamos, con los temas que tratamos pero también en los momentos más ociosos y de disfrute. Ahí seguimos disfrutando de la que se ha convertido en nuestra pasión y nuestro futuro. Te invitamos a descubrirlo cada viernes desde una óptica diferente, lúdica y colorista.