Hervás es una localidad ciertamente interesante. En el extremo norte de la provincia de Cáceres, a pocos kilómetros del límite con la comunidad autónoma de Castilla y León y rodeada de montañas, la capital del valle del Ambroz se sitúa a las faldas del Sistema Central. Las calles del centro de la localidad son una mezcla perfecta entre los pueblos de la Sierra y las casas blancas características de los pueblos del corazón de Extremadura. Un pueblo con vida en el que sumergirse en su actividad de capital de comarca.
Capítulo aparte merece el renombrado barrio judío de Hervás, conjunto de edificaciones que se conservan en algún caso desde el siglo XV en el que habitaron diversas familias de origen judío en la localidad cacereña. Sus calles de forma serpenteante, con callejones escondidos y cuestas imposibles, dirigen al caminante hasta llegar a la ribera del Río Ambroz. Perderse por esas calles es la mejor forma de recorrerlas.
Hervás está rodeada de un inmejorable paisaje natural. Con multitud de rutas para los amantes del senderismo y una naturaleza que va cambiando de colores según van avanzando las diversas estaciones del año para deleite de los aficionados a la fotografía, la caminata hasta el impresionante salto de agua de La Chorrera es una de las visitas obligadas. Además, desde el valle del Ambroz se pueden visitar otros valles cercanos como el del Jerte, al que se llega a través del puerto de Honduras, que ahora en primavera adquiere unas espectaculares tonalidades gracias a la floración de los cerezos.
Y como colofón, nuestro toque vacuno. Cáceres puede presumir de ser una de las provincias con mayor censo y más tradición por lo que se refiere al ganado bovino. Eso se nota en el valle del Ambroz, con los animales situados en imposibles laderas y una gastronomía en la que las piezas del vacuno, en guisos de tradición inmemorial, son grandes protagonistas.