Las hojas del calendario dicen que ya es otoño. Paseando por las calles de la ciudad o dando una vuelta por el campo, la verdad es que sigue siendo verano. Las cosas como son. Eso sí, desde este blog queremos daros una idea para disfrutar del otoño, porque todas las estaciones tienen su particular encanto. Es cierto que habrá que esperar unas semanas, para que el destino que os proponemos desde Living Las Vacas adquiera sus mejores tonalidades, pero así vamos abriendo boca para la llegada de un otoño que, cuando nos demos cuenta, ya lo tendremos encima sin remisión.
Un destino muy otoñal es el Hayedo de Tejera Negra. Los bosques son siempre un buen destino de otoño, ya que la caída de las hojas de los árboles resulta una imagen muy evocadora. Sin embargo, en el caso de los hayedos, las distintas tonalidades que adquieren sus hojas desde el amarillo al marrón provocan que esa imagen sea simplemente espectacular para todos los que deciden pasear por allí cuando el otoño ya se imponga.
El Parque Natural Hayedo de Tejera Negra está encuadrado en la provincia de Guadalajara, justo en el límite con la provincia de Segovia, cuyos bosques también son dignos de visita. De hecho, se podría decir que el hayedo se encuentra a caballo entre ambas comunidades autónomas. Está relativamente cercando del Hayedo de Montejo, con la ventaja de estar mucho menos masificado que el bosque madrileño. Además, desde el límite de las provincias de Guadalajara y Segovia, a una altura privilegiada, pueden divisarse grandes extensiones de terreno.
A pocos kilómetros de allí se encuentran los pueblos negros, una serie de localidades de Guadalajara que tienen una arquitectura muy peculiar. Y para darle nuestro habitual toque vacuno a esta escapada, la zona tiene una importante representación de ganadería extensiva de vacuno, con una producción natural que se traslada a una gastronomía con sabores auténticos. ¿Qué más se puede pedir?